Tobatí: oleros celebran reapertura de unas 1.500 olerías en la ciudad
El vicepresidente de la República, Pedro Alliana, presidente en ejercicio, destacó a través de sus redes sociales que la ciu­dad de Tobatí, departamento de Cordillera, las familias que se dedican al oficio de la ole­ría son un ejemplo de fuerza y sacrificio

Señaló que gracias a uno de los programas más impor­tantes que impulsa el actual Gobierno del Paraguay, como es Che Róga Porã, está des­tinado a dar respuestas a los sectores más desfavora­bles con oportunidades de vivienda; así como la crea­ción de trabajo para distin­tos rubros de la construcción. Hoy está permitiendo que cientos de familias tobateñas vuelvan a tener una fuente de ingreso seguro, con la produc­ción de ladrillos comunes que son utilizados para la cons­trucción de las viviendas.

Para conocer más acerca de la situación de los oleros de Tobatí, el diario La Nación/Nación Media se puso en con­tacto con Elio Núñez, presi­dente de la Asociación de Oleros de Tobatí San Roque, quien destacó que están muy emocionados en las 1.500 ole­rías que existen en la ciudad, por la atención que le está prestando el Gobierno para poder sacar adelante su pro­ducción.

Indicó que el propio presi­dente de la República, San­tiago Peña, ordenó a sus ministros para que nos atiendan de sobremanera a todos los oleros, y es lo que están sintiendo ellos, porque semana a semana están reci­biendo la visita en sus olerías de las respectivas autoridades del Ejecutivo.

Entre ellos, el propio minis­tro de Urbanismo Vivienda y Hábitat, Juan Carlos Baruja; el titular de Industria y Comercio, Javier Giménez, o la presidenta del Crédito Agrícola de Habilitación, Amanda León, quienes están viendo la forma de ayudarles con implementos que les esta­ban faltando para sacar ade­lante la producción.
OLVIDADOS POR EL GOBIERNO ANTERIOR

“Con el gobierno anterior casi habían parado todas las olerías que había en Tobatí, debido a que hubo muy poca demanda y de a poco la gente fue dejando de lado la producción de ladrillos. Hasta que llegó este nuevo gobierno, que está llevando adelante muchas obras en esta primera etapa, y eso nos sacudió todo mal, hizo que se elevara el precio y motivó a la gente a volver a operar sus olerías familia­res. Ahora estamos llegando a unas 1.500 a 1.600 olerías en Tobatí”, explicó.

Núñez mencionó que estas 1.500 olerías son las que bajo el gobierno anterior fueron cerrándose porque bajó drásticamente la demanda de ladrillos, lo que obligó a las familias a dedicarse a otros rubros. Señaló que solo quedaban unas 400 ole­rías activas que estaban a punto también de cerrarse, cuando se logró el cambio de gobierno y eso repuntó la producción y comenza­ron a notar que no daban abasto, motivó a la reaper­tura de las olerías que esta­ban cerradas.

“Ahora hay de vuelta este movimiento pujante y cons­tante. Además, algo histó­rico está pasando con nues­tro gobierno, porque son gente trabajadora, ya sea el vicepresidente Alliana, el presidente Peña y el minis­tro Baruja que es ingeniero luego, y entienden lo que es el trabajo y eso motiva a la gente. Ahora nos estamos moviendo de vuelta a toda máquina, en principio las 400 olerías sobrevivientes al gobierno anterior; pero cuando vieron las demás que no dábamos abasto comen­zaron a trabajar de vuelta las otras olerías”, comentó.

Indicó que gracias a que el MUVH ordenó que se vuelvan a utilizar el ladri­llo común en la construc­ción de viviendas es que está generando ahora la masiva demanda de pro­ducción de las 1.500 ole­rías de Tobatí.

“Nosotros solo trabajo es lo que le pedimos al Gobierno, ahora ellos están encami­nando las cosas, el minis­tro Baruja ya le mandó a su compañero el ministro de Industria y Comercio, que vino el propio ministro Giménez a ver qué necesita­mos, se interiorizó le mos­tramos cómo es nuestro día a día, y se fue entusiasmado para buscar el mecanismo para ayudarnos”, indicó.

Señaló, además, que la titu­lar del CAH, Amanda León, que conversó con los oleros e indicó que a todos aque­llos que se organicen se les otorgará un pequeño cré­dito para su materia prima. “Porque nosotros a veces, soguegui (sin dinero), no podemos comprar la arena que es la materia prima de los ladrillos. Si ahora se puede comprar unas 12 car­gas, se puede sobrepasar la temporada de lluvia, que es lo que imposibilita lle­gar a las canteras muchas veces”, acotó.

Gentileza: www.lanacion.com.py

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