Banca comunal y garantía solidaria, una alternativa para avanzar hacia la inclusión financiera
El autoempleo y la cultura del ahorro y crédito figuran entre los objetivos que persiguen estas modalidades de gestión financiera, a los que se suman un importante ingrediente de revitalización del trabajo en comunidad y la creación de lazos económicos.

La banca comunal es una organización de personas que, bajo la figura del apoyo mutuo, realizan operaciones de créditos individuales con una institución o entidad financiera y son garantizadas por el grupo. Generalmente, son personas no incluidas en el sistema financiero formal.

Se consideran como organizaciones de créditos con garantía solidaria. 

Una de las principales características que diferencian a estos programas de microfinanzas de otras ayudas al desarrollo es que no exigen una garantía económica ni avales reales.

Los bancos comunales se pueden considerar una de las mejores opciones que tienen las personas que carecen de recursos económicos, porque representa una herramienta atrayente que promueve el ahorro formal y combina la educación a sus clientes en temas importantes como salud, familia y manejo básico de recursos.

Origen de la Banca Comunal 

La metodología de bancos comunales se fue fundamentando a partir de la creación de grupos solidarios que surgieron en Asia. Uno de los principales exponentes es Muhammad Yunus (Premio Nobel de la Paz, 2006); en América Latina, uno de los líderes de esta metodología fue John Hatch.

A lo largo de su desarrollo, esta metodología fue sufriendo varios cambios y ajustes. 

Al inicio, se empezó con servicios de créditos y ahorro. Sin embargo, ciertas características como la garantía solidaria, grupos numerosos (16 socias en adelante), plazos cortos, amortizaciones frecuentes, crédito en su mayoría a mujeres y seguimiento permanente siguen manteniéndose inmutables hasta la actualidad.

Esta metodología permite a las personas asociadas al banco comunal, tener acceso a los servicios y productos financieros (ahorro, crédito, educación financiera), el acceso al crédito se basa en la capacidad de pago que tenga el socio o la socia y el destino de la inversión. 

Previo a acceder al crédito, los participantes deben completar una serie de capacitaciones como, por ejemplo, sobre educación, con el objetivo de que el recurso sea utilizado de una manera eficiente y sea destinado exclusivamente a la actividad productiva que desarrollará.

Características de un banco comunal

  • Ofrecen una garantía solidaria.
  • Los préstamos que se conceden son únicamente para capital de trabajo, es decir, su objetivo final es generar autoempleo.
  • El banco comunal se adecua a las actividades productivas de cada uno de los miembros.
  • No existe una garantía prendaria. Esta es una de las principales características que la diferencian de otras organizaciones microfinancieras.
  • Ofrecen servicios de ahorro y crédito, y acceso a los productos.
  • Servicios del banco comunal se destinan especialmente a mujeres

Beneficios de un banco comunal

  • Los miembros del banco comunal tienen acceso a productos y servicios financieros.
  • Generar un autoempleo mediante la implementación de nuevas actividades productivas (agrícolas, pecuarias, artesanales).
  • Generar una cultura de ahorro y crédito, y que los miembros puedan participar en la gestión y buen uso del recurso económico.
  • Educar a los participantes para invertir parte de los ingresos en la implementación de nuevas actividades productivas o fortalecer las ya existentes.

Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) como promotor de la Banca Comunal

En Paraguay existen intermediarias que impulsan la banca comunal y llegan a más de 500.000 personas de escasos recursos. 

Así, se les facilita el acceso al sistema financiero por medio de los programas desarrollados por las mismas entidades, a través del crédito a microempresarios. Se obtiene, en esencia, de las microfinanzas, un alto grado de inclusión financiera.

Una de las entidades que impulsan la implementación de bancos comunales es el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH).

Se establece que la BC debe estar conformada por un mínimo de 10 socios y un máximo de 25 socios. Solo un socio por unidad familiar puede acceder al crédito en cada ciclo.

El banco comunal contará con una estructura que permita su financiamiento y estará conformado por miembros que tienen derechos y obligaciones.

Entre las condiciones para acceder a un nuevo préstamo y a un monto mayor, la BC debe cancelar el préstamo anterior, los pagos deben ser puntuales, los socios deben participar de las reuniones de capacitación al menos en un 80% y ser considerado como socio participativo y responsable de la BC.

Ningún socio de la BC puede obtener otro crédito hasta que el saldo del actual sea liquidado totalmente y, a su vez, los socios deben mantener en su cuenta interna el 10% del monto del préstamo, por lo que se fomenta el ahorro obligatorio.

La implementación de la Banca Comunal (BC) en las comunidades más vulnerables resulta de gran importancia no solo en el aspecto socioeconómico, sino que a nivel personal, revitalizando las comunidades y logrando lazos económicos que no solo benefician de forma personal a las personas involucradas, sino también a la comunidad a la que pertenecen.

Fuentes consultadas:

Choque, I. A. (2007). Bancas Comunales. Recuperado de: Bancas Comunales es un programa social rentable y sociable. Recuperado de: http://www.bancoscomunales.org/historia.htm

Crédito Agrícola de Habilitación (CAH). (2016). Plan Operativo Anual. Recuperado de: http://www.cah.gov.py/sites/default/files/documents/link/POA2016.pdf

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